Si la biodiversidad por si sola no es suficiente argumento para justificar la conservación de las montañas, ¿pueden los servicios de los ecosistemas de montaña (sus contribuciones al bienestar humano) mejorar su conservación?
Los servicios de los ecosistemas de las regiones de montaña ofrecen el 80% de los recursos hídricos que consumimos en el planeta. Ademas, como describíamos en este artículo titulado “Los servicios de los ecosistemas de montaña” (Revista Peñalara), los ecosistemas de montaña proporcionan múltiples servicios de los ecosistemas como el turismo de naturaleza, la contemplación de paisajes, la regulación climática, el control de la erosión, etc. Además, las montanas son hogar para el 12% de la población mundial. Ante esto nos preguntamos, ¿qué oportunidades y retos ofrecen los servicios de los ecosistemas a las regiones de montaña?
En un trabajo realizado por Pedro Lorenzo (bajo la supervisión de Berta Martín López e Ignacio Palomo) se han analizado las publicaciones científicas sobre servicios de los ecosistemas y montaña en los últimos 5 años (2008-2013) bajo el marco Driver-Preasures-State-Impact-Response (DPSIR). El número de publicaciones ha crecido en los últimos años, especialmente aquellas de ámbito biofísico. Los servicios más analizados son los de regulación, seguidos de los de abastecimiento y culturales (Figura 1).
Respecto a los impulsores de cambio que modifican los ecosistemas de montaña y los servicios que éstos generan cabe destacar que los cambios de usos del suelo son el principal impulsor (Figura 2). Gran parte de las publicaciones, aunque ofrecen recomendaciones de gestión, no menciona ninguna respuesta concreta para gestionar los impulsores de cambio, por lo que resulta necesario un mayor esfuerzo en este ámbito desde la ciencia.
Otra de las conclusiones de este estudio es la necesidad de profundizar en el conocimiento de la relación “biodiversidad-servicios de los ecosistemas de montaña”. Además, es necesario explorar la dimensión de la demanda de servicios (en contraposición al suministro de los mismos), para obtener un conocimiento completo de los flujos de servicios y su relación con los impulsores de cambio que son la causa última del deterioro ecológico.
En conclusión, parece que seguimos necesitando centrarnos en los aspectos sociales de la conservación, como discutíamos en la entrada anterior “¿hacia dónde va la ecología alpina en la península ibérica?”, y en las interacciones en los sistemas socio-ecológicos. Puedes descargarte el Trabajo Fin de Grado completo de Pedro Lorenzo aquí.
Investigador del Laboratorio de Ecologia Alpina (CNRS-UGA) en Grenoble e investigador asociado en el Basque Centre for Climate Change en Bilbao.
PRIMER CONGRESO CIENTÍFICO DEL PARQUE NACIONAL DE LA SIERRA DE GUADARRAMA | Luces de Montaña
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