El refugio de Konkordia está cada año más lejos del glaciar que acabamos de atravesar. Lo que era una escasa distancia, es ahora un muro vertical de 150 metros debido al retroceso glaciar. Tras 10 horas de actividad y un principio de sinusitis apenas curado, son pocas las fuerzas que me quedan para subir sus más de 400 peldaños de escalera. Que paradoja que aislado del resto del mundo, donde confluyen tres de los mayores glaciares de los Alpes, sea donde mas vulnerables se perciban las montañas.
En 1877 se construyo el Refugio de Konkordia (Alpes Suizos), en un promontorio rocoso de fácil acceso a unos 50 metros de altura sobre el glaciar Aletsch. Hoy, debido al retroceso glaciar, la altura que separa el refugio del glaciar es de 150 metros. Las 20 plazas originales del refugio Konkordia, pronto se quedaron escasas, por lo que sucesivas remodelaciones se han ido dando hasta llegar a la capacidad actual de 155 plazas. Esto podría ser normal para un refugio en los Alpes Suizos, actualmente el segundo más visitado del Club Alpino Suizo.
Lo que sorprende es que por retroceso glaciar se debiese construir una escalera, y ampliarla sucesivamente para llegar a la base del glaciar. Mientras subo los peldaños de la nueva escalera de hierro, no puedo evitar apretar la barandilla al ver los restos deteriorados por el paso del tiempo de la anterior escalera de madera…
Pero este no sería el único indicio del cambio climático que encontramos durante los cuatro días de travesía en esquís pasando por el Aletsch vivac, el Refugio Konkordia y el Refugio del Finsteraarhorn. Coladas de piedras y avalanchas de la nieve caída recientemente tronaban constantemente en el glaciar de Mittelaletsch de camino al Aletsch vivac. La última avalancha que vimos (ya caída) fue de regreso a Fiesch, en la cara sur del Eggishorn, por dónde habíamos pasado tres días antes.
La subida al Fiescherhorn (4049m), que realizamos desde el refugio de Konkordia saliendo a las 04.30, nos llevó unas seis horas debido a mi pésima condición física esos días. Tras subir una pala de nieve de algo menos de 50 grados, que encontramos en bastante buenas condiciones, con escalones de las cordadas anteriores y algo de hielo al final, encaramos la arista de nieve y roca con pasos de II/III grado. Tras visitar otros cuatro miles más concurridos, es realmente un placer estar en la cumbre solo con Keni, quien me ha guiado y ha marcado el ritmo toda la subida. Unas fotos, y para abajo. A esta altura, todo resulta efímero. Ya en casa todos casi los recuerdos son borrosos. La cumbre y el compañero de cordada quedan para el recuerdo. El paisaje, inmenso desde dentro, es un pequeño punto sobre el mapa, un islote aislado de futuro incierto.
El glaciar Aletsch, patrimonio mundial de la Unesco, tiene 23 km de longitud, 900m de profundidad y una superficie de 82 km2. En la plaza de la Konkordia, donde confluyen tres lenguas glaciares, la velocidad de movimiento del glaciar es de 200 m al año. El Jungfrau, el Mönch, el Gross Fiescherhorn, y el Aletschorn, todos picos de mas de cuatro mil metros contemplan impasibles este avance, y a su vez, el retroceso glaciar. La Academia de las Ciencias de Suiza estimo la reducción de la superficie del glaciar entre 1850 y 2005 en un 40%, y su volumen en un 60%.
Son varias las acciones que se han llevado a cabo en el glaciar Aletsch para concienciar sobre su retroceso. En el año 2007, seiscientas personas posaron desnudas sobre el mismo para el fotógrafo de Nueva York Spencer Tunick. En otro tipo de iniciativa, la página educativa SwissEduc, contiene un amplio archivo de imágenes del glaciar en diferentes momentos de la historia. El Aletsch sigue resistiendo, aunque si la tendencia continua, no lo podrá hacer mucho tiempo.
Investigador del Laboratorio de Ecologia Alpina (CNRS-UGA) en Grenoble e investigador asociado en el Basque Centre for Climate Change en Bilbao.
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