Los glaciares de los Pirineos tienen una superficie de 240 ha hoy en día, un 88 % menos que en 1850. Está es una conclusión principal del trabajo que hemos firmado los autores de este post junto a nuestros compañeros Enrique Serrano de la Universidad de Valladolid, y Juan Ignacio López-Moreno del Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC) en la revista Pirineos.
Para calcular la superficie de los glaciares actuales hemos utilizado imágenes satelitales y aéreas recientes, comparando además con las mediciones in situ realizadas en los glaciares de mayor tamaño desde el año 2011. Así, hemos calculado que para el año 2016 la superficie de los glaciares pirenaicos era de 242,6 ha. En total, hemos contabilizado 19 glaciares, ubicados e 9 macizos: Balaitous (4 ha), Infiernos (6 ha), Vignemale (46 ha), Gavarnie-Monte Perdido (54 ha), Munia (4 ha), Posets (14 ha), Perdiguero (16 ha), Maladeta-Aneto (96 ha) y Mont Valier (2 ha). El glaciar de mayor tamaño es el de Aneto, y el menor el de Mont Valier.
Las mediciones previas a este trabajo eran de 2008, cuando se midieron aproximadamente 310 ha para toda la cordillera. En 1980, en cambio, se calculó que podría haber unas 800 ha, y en 1850 los glaciares de los Pirineos tenían aproximadamente 2.000 ha. Debemos de tener en cuenta que en 1850 los glaciares se encontraban dentro de su máxima extensión debido a la fluctuación climática fría conocida como la Pequeña Edad de Hielo, la cual durante los siglos XVII-XIX provocó el avance e incremento de los glaciares a nivel global. Desde 1850 a 2016, el número de glaciares pirenaicos ha descendido de 52 a 19, y la superficie de los mismos ha decrecido un 88 %. Siendo los glaciares más meridionales de toda Europa, los glaciares de los Pirineos son muy sensibles al cambio de la condiciones climáticas, y por ello, tienen una importancia significativa como geo-indicadores del cambio climático.
En promedio se han perdido 11 ha cada año desde 1850, pero esta tasa ha cambiado entre un período y otro; la mayor tasa de disminución ocurrió entre 1980 y 2008, con 21 ha por año, mientras que entre 2008 y 2016 la disminución ha sido de 8 ha por año. Al respecto, podemos añadir que cuanto menor tamaño tenga un glaciar, y más localizado se encuentre cerca de las cumbres más altas, su retroceso será más lento, ya que quedará protegido por las sombrías paredes rocosas. Asimismo, a la vez que el glaciar va perdiendo espesor, es bastante difícil discernir cuando deja de fluir. Es en ese momento cuando el glaciar pasará a ser un helero, como otros muchos que tenemos aún en la cordillera, y muestran los nichos donde los glaciares se expandieron en el pasado.
Por último, basados en los datos de esta investigación, podemos prever que tras la aceleración del retroceso desde 1980, los glaciares principales de los Pirineos desaparezcan para mediados del siglo XXI. Basta con ver el cálido y largo período de ablación (dígase verano) que han sufrido este año los glaciares pirenaicos, con una perdida de espesor mayor a lo normal, como es el caso del glaciar de Monte Perdido.
Rico, I., Izagirre, E., Serrano, E., López-Moreno, J. I. (2017). Current glacier area in the Pyrenees: an updated assessment 2016. Pirineos, 172, e029. doi: http://dx.doi.org/10.3989/Pirineos.2017.172004
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